Seguramente muchos de ustedes, al igual que yo, se sorprendieron la semana pasada al ver un video de un cocodrilo que perseguía a un turista en la laguna de Boca Paila, en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an.
El video, grabado desde el puente de Boca Paila (sitio de la desembocadura de las lagunas internas del centro del estado al mar), muestra a un turista nadando hacia tierra firme mientras es perseguido por un cocodrilo de aproximadamente 2.5 metros de largo; finalmente, una persona avienta un objeto desde el puente hacia el sitio donde estaba el cocodrilo, el cuál se espanta y da la vuelta, dejando a salvo al turista.
El video, que se volvió viral en la red y logró tener hasta 85,000 vistas en el popular sitio de videos de Youtube, nos permite reflexionar acerca de las interacciones de los turistas con este y otro tipo de animales, muy frecuente en sitios como Quintana Roo, donde incluso existen tours para avistamiento en su hábitat de diferentes especies.
Sin lugar a dudas, la emoción de ver especies en su hábitat es incomparable: nadar con tiburones ballena, bucear con tiburón toro, recorres canales y lagunas en busca de cocodrilos, ver monos araña o aulladores en su hábitat natural, entre otras muchas opciones. Para evitar accidentes, hacer de estas visitas experiencias memorables y llevarse un buen recuerdo a casa, vale la pena seguir las siguientes recomendaciones.
- Nunca realicen estas interacciones por su cuenta. Recordemos que estas especies muchas veces son territoriales, pueden tener crías cerca o simplemente estresarse por nuestra presencia, y atacar inesperadamente.
- Manténganse informados y obedezcan las señales. Si este turista hubiera sabido con anterioridad que en la zona existen cocodrilos, o hubiera leído los letreros que existen en esta zona, probablemente se hubiera ahorrado un susto innecesario.
- Siempre realicen estos tours con empresas serias y, en caso de haberlas, certificadas. No minimicen en gastos en este tipo de experiencias, ya que lo barato puede salir más caro de lo que imaginan.
- Sigan las recomendaciones de los guías; si ellos les dicen que no es buen momento para acercarse, sacar fotografías, levantarse de una embarcación, hacer ruido o algún movimiento brusco, obedezcan. Les puedo asegurar que ellos saben los que hacen.
- No alimenten nunca a los animales salvajes. Hacerlo contribuye, por un lado, a que se acostumbren a regresar a un sitio constantemente porque hay comida, y por otro lado, a perder el miedo a la interacción con los seres humanos. Pero recuerden, siempre seguirán siendo impredecibles.
- Sigan su instinto. Si algo les dice que no deben acercarse, mejor no lo hagan. El tomar una buena foto puede representar un riesgo que traiga consecuencias irreversibles.
Así que, si son turistas, investiguen muy bien de las instrucciones antes de hacer una actividad en contacto directo con la naturaleza; si son prestadores de servicios, asegúrense de que sus guías se encuentren lo suficientemente capacitados y conscientes de que existen reglas que cumplir para evitar problemas que incluso pueden llegar a tener implicaciones legales; y si son autoridades, promuevan por medio de campañas, señalización, eventos de concientización, códigos de conducta, reglamentos y/o implementación de buenas prácticas, la necesidad de tomar las precauciones necesarias para que esta interacción sea lo más agradable y segura para todos los involucrados.
Recuerden que, como dice el refrán, más vale prevenir…
Vicente Ferreyra Acosta
Turismo, conservación y desarrollo sustentable 